Todavía no he encontrado una
palabra para definir este libro. Me ha gustado tantísimo que se me está
haciendo un mundo intentar resumir en una reseña lo que he leído sin desvelar
nada. Es el primer libro que leo de Javier Negrete, pero tengo por seguro que
este no será el último, ya que le he echado el ojo al resto que tiene
publicado.
Digamos que este libro lo
descubrí por casualidad. Desde mayo en adelante, me dio por ir buscando por
todos los puestos y tiendas de libros de primera o segunda mano, ejemplares que
versaran sobre mitología. Es un tema del que me gusta aprender y del que guardo
buenos recuerdos de mis dos años de bachillerato. Total, que busqué y busqué y,
finalmente, encontré dos libros: «El
universo, los dioses, los hombres» de Jean Pierre Vernani y «Señores del Olimpo».
Durante este verano, me he leído los
dos y, aunque el de Vernani también me gustó, sin duda alguna me quedo con el
segundo. Es cierto, que el primero explica los mitos tal y como son, o al menos
tal y como los cuenta y conoce Vernani. Es decir, es un libro más bien técnico,
pero que te ayuda a conocer en profundidad mitos que quizás no hayan tenido
mucho “bombo”. O que sí lo han tenido, pero también se han dejado muchas cosas
en el tintero a la hora de transcribirlos.
Por el contrario, el segundo se trata
de una novela, en la que mezcla los mitos griegos con el fantasioso mundo de
los dioses. Es decir, el libro de Negrete trata sobre la lucha de Zeus contra
Tifón, cuando el olímpico ya se ha asentado en la cima y se ha convertido en el
“padre” de los demás dioses. Aunque ese es el tema principal, narra diferentes
mitos durante la historia y, a pesar de que algunos los ha modificado para su
historia, son coherentes y llaman la atención.
De hecho, yo cuando me empecé a leer
el libro, pensé que sería exactamente igual al anterior porque tampoco me dio
por leer la sinopsis, todo hay que decirlo. Pero, es que, da la casualidad que
comenzaba hablando sobre el surgimiento de Gea y Urano, y como después
aparecían los titanes y sus hermanos. Narraba en las primeras hojas cómo Cronos
castró a su padre y, después, como Zeus destronó al suyo. Pero, de repente, ahí
comienza la novela. No se trata de un texto técnico como el de Vernani, sino de
las canciones de un citaredo.
Lo mejor del libro es que te mantiene
en suspenso hasta el final. Es decir, aunque yo sabía cómo acababa el
enfrentamiento entre Zeus y Tifón, transcurren tantas cosas en las trescientas
páginas del libro que a veces piensas que seguramente no haya seguido ese mito
al pie de la letra como ha hecho con otros.
¡Y ya me callo! O al final acabaré
haciendo algún que otro “spoiler” y sé que tanto Alejandro como Mónica se están
leyendo este libro, recomendados por mí. Y espero que vosotros, lectores,
sigáis su ejemplo. Pongo la mano en el fuego prometido de Prometeo que no os
decepcionará.
PD: Espero no acabar atada en el
Cáucaso por haber dicho ese último. Zeus se apiade de mí.
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