Acta est fabula

sábado, 29 de octubre de 2016


«Brújulas que buscan sonrisas perdidas» no estaba en mi larga lista de libros para leer. Es más, no pensaba en leérmelo, incluso cuando una amiga, que se ha leído todo los libros de Espinosa, me recomendaba leer alguno de ellos. Pero como no he tenido tiempo para leer debido a los estudios, le pregunté si conocía cualquier libro que no tuviera demasiadas páginas. Y, bueno, me recomendó uno de Espinosa, «Todo lo que podríamos ser tu y yo si no fuéramos tu y yo». Pero, por alguna razón acabé leyendo éste. Tal vez porque lo he visto en tantas librerías que me moría de curiosidad por ojear algún libro de Espinosa. 

No tenía unas grandes expectativas cuando lo comencé, e incluso cuando llevaba unas cuarenta páginas, no me esperaba que fuera un libro de los que deja huella. Pero lo ha sido, y estoy segura que todos los de Espinosa son de tal talante. No me enganchó desde la primera página, como suelen hacer la mayoría de los libros que me leo. Pero te engancha, tal vez no en la diez ni en la cuarenta, pero va llegando un momento, en el que no te das cuenta y, ¡pum!, no puedes dejar de leerlo hasta que has terminado.

He de reconocer que lo que más me intrigaba era el final. Estaba ansiosa por conocer el desenlace de ese libro, de saber qué iba a ocurrir con la vida del protagonista. No os voy a contar nada, porque la verdad es que merece la pena empezar, por una vez, un libro y no conocer cuál es la trama. Yo así lo hice, y aunque intenté sonsacarle información a mi amiga, ella no abrió la boca en ningún momento. ¡No me contó nada! Por una vez, iba leyendo un libro a ciegas. No sabía qué sucesos habían acontecido antes de empezar, de qué iba la trama, cómo se podría solucionar. Y todo ello contado de una manera diferente, a manos de un escritor que, aunque no me parecía gran cosa, me ha demostrado que es un gran escritor. Y, encima, ¡español! Es que no se puede pedir más.

Hubo algo que me llamó bastante la atención. En la mayor parte de las frases, cuando va a acabar, siempre pone puntos suspensivos. Recuerdo que leí un libro de una autora española que hacia exactamente lo mismo, y me ponía de los nervios. Sin embargo, ¿por qué con Espinosa no ha ocurrido? Eso es algo que me sigo preguntando incluso después de haber terminado el libro. Es como si te dejara las frases inconclusas, pero a la vez, te lo contara todo. Como si Espinosa quisiera que tu siguieras las frases. Supongo que la razón puede que sea clara: la forma de explicar la trama de Espinosa no es la misma que la de la autora española, de la que no recuerdo el nombre; la de éste me encanta, razón por la que me guste que ponga los puntos suspensivos al final de cada oración. 

Si no sabéis qué leer, os recomiendo alguno de Albert Espinosa. No es el primer autor español del que leo un libro, pero si es, con creces, el que más me ha gustado. Además, vas a amar cada parte del libro, desde el principio (aunque no te enganche, cuando lo termines te sentirás de otra manera) hasta el final, incluidas las frases más bonitas que he visto en toda mi vida. 

Os lo digo de verdad: leed algo de Espinosa, estoy segura que os encantará. Los libros son cortitos, pero muy diferentes a lo que yo haya leído alguna vez. ¡Que disfrutéis del libro si os animáis a leerlo!



0 comentarios:

Publicar un comentario