Acta est fabula

martes, 5 de julio de 2016




«Utopía» es una serie, ante todo, diferente. Probablemente sea lo novedoso de esta lo que la ha convertido en carne para los buitres; en una de estas series que sólo conocen los verdaderos «seriéfilos». Y lo cierto es que aunque corta, la vida de «Utopía» será recordada por muchos amantes del género -entre los que, sin duda, me incluyo-, hartos de siempre el mismo tipo de thrillers.

Un espectador al que le guste prejuzgar podría tacharla, con gran probabilidad, de enrevesada, extraña y para «frikis». Si bien es cierto que en los primeros capítulos no sabemos ni dónde estamos, ni quiénes son esos personajes tan raros, ni por qué el director consigue una fotografía tan sumamente magnífica, conforme la trama va avanzando -y creedme cuando os digo que lo hace a grandes zancadas- se va descubriendo el pastel, ¡y vaya pastel! Mi consejo es que no os dejéis llevar por la portada y que tampoco os decantéis en desecharla antes de haber visto al menos la primera temporada completa (son 6 capitulillos de nada); os prometo que no os arrepentiréis.

Con un reparto bastante desconocido y no demasiado brillante, Utopía ha conseguido lo que muchas otras series con repartos magníficos no han hecho: Llegarme al corazoncito. Los personajes no son precisamente, bajo mi punto de vista, el punto fuerte de la serie. Aunque sí que destacan algunos como Jessica Hyde, la mítica Jessica Hyde, y también quizás Grant, que a pesar de la corta edad del actor, este se desenvuelve con gran soltura delante de las cámaras.




Prácticamente todo lo que pueda decir de Utopía es un spoiler. Así que para que no me lancéis ya con mi primera reseña a los leones, diré más bien poco de la trama, ya que la gracia de la serie es precisamente el juego con el misterio que continuamente propone. Partimos de una premisa aparentemente simple: El hallazgo del manuscrito original de una novela gráfica, que pone en contacto a un grupo que no podría ser más heterogéneo de lo que es. El autor de dicho manuscrito es un maniático, tiempo atrás muerto, del cual se dice que enloqueció por las barbaries que cuenta en su novela. Será a raíz de este hecho, que una organización secreta llamada «La Red» comience a perseguir al grupo, con objeto de arrebatarles el manuscrito.

Así explicado, podría estar detallando la trama de cualquier película de «James Bond» o de «Misión Imposible», pero lo que se esconde tras ese manuscrito, tras la propia organización... La serie al final resulta ser toda una denuncia social, un voz en alza que grita en contra de problemas a los que la humanidad en la actualidad ha de hacer frente y no hace. Juega con la controversia, con la mente humana -de los personajes y de los propios espectadores-, y lo hace de una manera tan exquisita, que me atrevo a llamar necio a cualquiera que no le dé a esta serie una oportunidad. ¡Y esa saturación, la fotografía que tiene! Recuerda un poco a Kubrick en algunas escenas incluso.

Ya sé, ya sé qué me vais a decir ahora... Pero yo me adelanto. Sí; fue cancelada. Se recibieron un aluvión de quejas debido a la violencia, el lenguaje soez y la aparición de actores menores de edad en escenas claramente de contenido adulto. En especial, las quejas se dirigieron a un capítulo en concreto en el cual acontecía un tiroteo en un colegio, capítulo que se emitió tan solo un mes después de la Masacre de la Escuela Primaria Sandy Hook. Sin embargo, en los informes que dio «Channel 4» para su cancelación tan solo mencionó que necesitaban más espacio en la parrilla de programación para nuevas series. No sé yo hasta qué punto creérmelo... Los fans de «Utopía» éramos muchos.



En definitiva, el tono sombrío de «Utopía», irrepetible y con una elaboración excelente, es ya leyenda en las series de «Channel 4». Así que... ¿A qué esperas para verla?

¿He dicho ya que la fotografía es una maravilla?


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