«Better Call Saul». Vamos a ver, vamos a ver. Pongámonos serios. A mi parecer, creo que hay dos formas de tomarse esta serie: Una es verla como una precuela del todo a cien de (la grandiosa) «Breaking Bad», la otra, considerarla una serie "independiente" que trata sobre las andaduras de un letrado un tanto particular, cuya trama es buena y sus actores bastante notables. ¿De qué forma quieres tomártlela?
Yo lo tuve claro cuando la comencé, sabía más que de sobra que aquella serie que vendían como la nueva «Breaking Bad», no le llegaría ni a la suela de los zapatos a la misma. Pero es que tampoco lo pretende. A ver, me explico. Por mucho que los publicistas intentaran enganchar a los espectadores de «Breaking Bad» para que también fueran adeptos de esta nueva serie, lo cierto es que «Better Call Saul» nunca pretendió convertirse en una BrBa 2.0. Ha conseguido captar a su propio público y hacerse una trama fuera de su serie madre (aunque con referencias de cuando en cuando, que no desentonan en absoluto).
Una vez aclarado que lo idílico es desligar a «Better Call Saul» de «Breaking Bad» (aunque cueste), pasaré a contar un poco de qué diablos trata esta serie. La trama gira en torno a un solo hombre: Saul Goodman (interpretado por un, a mi parecer, excelentísimo Bob Odenkirk) unos años antes de conocer al cocinero de metanfetamina más famoso del momento. La serie narra la evolución del personaje, cómo pasa de ser un simple picapleitos a ser un abogado "reconocido" y con unos ingresos nada desdeñables.

Por último, quiero decir que verdaderamente considero que «Better Call Saul», es una serie que merece que le deis una oportunidad. Pero eso sí, espero que no alarguen más de la cuenta...
0 comentarios:
Publicar un comentario