Acta est fabula

domingo, 13 de noviembre de 2016

Este libro lo leí hace poco más de un año. Lo cierto es que no estaba en absoluto pasando por una buena época por aquel entonces; me sentía frustrado, triste y un poco harto de todos y de todo. Y como suele pasarme en estas ocasiones, estos sentimientos trajeron consigo un bloqueo lector bastante importante. Después de estar más de un mes sin abrir un libro, me decanté por empezar este, que ya llevaba tiempo en mi estantería. Mentiría si dijera que me lo empecé teniendo idea alguna de sobre qué trataba. No sabía absolutamente nada de él, lo que sí sabía es que Benedetti es un genio, cuya poesía me ha hecho vibrar en más de una ocasión. Esperando encontrarme pues una prolongación de esa lírica, comencé esta lectura.

Y, de hecho, fue eso justo lo que me encontré entre sus páginas: Poesía narrada, versos sin forma ni rima, pero cargados de sentimiento, de pura pasión. Lo que más me transmitió, sin duda alguna, fue una sensación de paz tremenda. Sentía que el mundo allá afuera de las páginas estaba por completo loco, pero cada vez que sumergía en algún capítulo la calma y el sosiego me invadían totalmente. Y creo que eso es verdaderamente mágico.
Quizás no como narrador, Benedetti no sea ningún fuera de seria; la trama es lenta, muy pausada y sin mucha acción. Pero sin embargo, consigue atrapar al lector y querer saber más de aquellos personajes que, aunque debo reconocer que no llegas a empatizar demasiado con ellos -al menos yo 
no lo hice-, les coges un cariño y una ternura tremenda.

El libro se centra en los últimos años de vida de Martín Santomé, un viudo con tres hijos que está a punto de jubilarse. En este punto de su vida, el hombre comienza a escribir en un vetusto diario sus días grises y faltos de vida; sus rutinas, sus reflexiones sobre sus hijos, s hogar, la jubilicación, sobre la propia existencia. Una joven empleada que quedará a su cargo será la encargada de romper esta monotonía y comienza a arrojar algo de luz a la sombría vida del viudo. 
La novela nos habla sin tapujos de la soledad, el amor, la sexualidad, la más triste de las tristezas y la más sonriente de las felicadades. Habla de la vida, de la muerte y de todo lo que hay en medio. Sin duda es un libro recomendable para todo aquel que quiera pensar un poco, disfrutar de la calma que transmite el señor Santomé en sus palabras y dejar aún lado el inquieto mundo en el que vivimos.



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